Artículo publicado en revista Namaste - Julio 2009
Hay tres energías que nos mueven: el miedo, la culpa y el AMOR.
¿Qué podemos hacer para liberarnos del miedo y la culpa? Estoy convencida de que la solución es muy sencilla y está al alcance de todos, a pesar de que pueda parecer lo contrario. Desde mi punto de vista, la clave está en la aceptación y el perdón (de uno mismo y de los demás) y, aunque no estemos acostumbrados a hacerlo, es algo que se puede entrenar y aprender.
En estos tiempos de cambios trascendentales que vivimos, el aprendizaje es más rápido que de costumbre. Aprender a dar luz y amor donde había sombras (miedo y culpa) es un regalo que se nos brinda de manera especialmente generosa en esta etapa.
Sólo hay que estar atento a las oportunidades y querer aprovecharlas.
Yo tuve la suerte de recibir este regalo a través de mi experiencia y me siento privilegiada y honrada de poder compartirlo cada día con mi trabajo como docente en “comunicación emocional” y como coach personal.
La Aceptación no plantea tantas resistencias; Sin embargo, cuando se habla del Perdón… eso ya es otra cosa. Confundimos el perdón con la justificación de los hechos, y ese detalle en cuanto al significado de la palabra nos provoca una tremenda resistencia y dolor: surge el “HAY COSAS QUE SON IMPERDONABLES…” es decir, INJUSTIFICABLES. Pero Perdonar NO es Justificar, son dos conceptos diferentes.
PERDONAR es GANAR PAZ INTERIOR, es quitar un peso tremendo y dejar espacio para que entre el AMOR. ¿Y quién no desea tener Paz Interior? Hipotecamos nuestra Felicidad, nuestra Paz Interior, para reafirmar lo injustificables que fueron determinados Hechos, como si ganáramos algo con ello… Desde mi punto de vista, tenemos derecho a SER FELICES, a tener PAZ INTERIOR, a pesar de los Hechos (propios o ajenos), sean los que sean.
Mezclamos los HECHOS con el SER. Y son dos cosas muy diferentes. En un juicio por un crimen o delito se juzgan los acontecimientos, no al SER. Lo sucedido puede ser injustificable y tiene, de hecho, unas consecuencias; Pero al SER no se le puede juzgar. Al menos yo no me atrevería a hacerlo. Si conseguimos aprender a perdonar, es decir, quitarnos el peso de la culpa (propia o ajena) y ganar paz interior, estaremos cambiando el mundo. Estaremos transmutando el miedo y la culpa en AMOR. Seremos alquimistas del AMOR.
Con AMOR,
Inma Alcina COACHING FOR DREAMERS 616 182 499 ialcina@coachingfordreamers.com